
Repetir la misma crónica de bici una y otra vez es aburrido así que hace tiempo que sólo plasmo las rutas nuevas o aquellas que tienen algo diferente o especial. En este caso se trata de una ruta corta pero intensa, de gran belleza paisajística y sobre todo unas buenas bajadas.
Estaba siendo un fin de semana típico ya que el sábado no salí por estar muy cansado de la semana y levantarme algo tarde así que acabé pegándome una paliza al frontón.
Pero claro... el gustirrinín de pisar monte y sitios bonitos no lo quita el esfuerzo físico así que el domingo había que hacer algo.
Como íbamos Silvia y yo solos no hay problema de hora así que nos levantamos como unos señores y a las 11:30 aparcamos cual convencidos domingueros en el parking de la Barranca.
Día extraño con frío y una niebla que se estaba levantando que no se apreciaba en el sur cuando salimos de casa.
Como el principio es todo subida no echamos en falta la ropa larga y comenzamos subiendo por el ortiz, que se nos presenta espectacular con una luz estupenda y los primeros colores otoñales.
Aprovechamos el buen día para sacar algunas retrataduras del sendero y el valle y cuando estamos casi acabándolo y en plena foto me pasan 2 endureros.
Coñe! MN y Hund!! cuánto tiempo! Miguel anda repitiendo una ruta preciosa que himos hace tiempo, la Orange Party ampliada. Y Hund va con sus colegas así que aprovechamos el tramo que nos queda hasta la pradera para ponernos al día.
Miguel va siguiendo el track y coincidimos en recorrido hasta lo alto del puerto así que nos acompañana en la divertida bajada de Bambi y la adrenalínica trialera del miedo hasta el cruce del río en el Calvario.
Aquí nos separamos porque él va más deprisa ya que tiene más recorrido.
Me sorprende que han "arreglado" la primera mitad del calvario, convirtiéndolo prácticamente en una carretera con cunetas a los lados de tierra firmemente compactada.
Menos mal que la segunda mitad conserva aún su grado asalvajado aunque también requiere un mayor esfuerzo.
Como no hemos madrugado nos da la hora a la que solemos comer subiendo el calvario y las moras oscuras tienen una pinta estupenda así que nos paramos a llenarnos las manos y nos tomamos un delicioso y natural tentenpie.
Silvia constata porqué tiene ese nombre la subida al Calvario y llega renqueante a lo alto del puerto. Despacito pero sin pausa.
Aquí nos espera una bajada de la temperatura al no tener los árboles que nos protegen y el termómetro marca 9º aunque el fuerte viento del norte disminuye drásticamente la sensación térmica.
No hay mal que por bien no venga y ese mismo fuerte viento molesto y frío que antes nos perjudicaba ahora nos empuja hacia Cabrillas así que el último tramo se nos hace muy llevadero.
Sujetando las cosas para que no se vuelen nos ponemos más ropa y las protecciones y ale! a disfrutar que ya es todo para abajo!!
La primera parte de la tubería está bien hasta la curva cerrada, donde el terreno está seco y hay mucha piedra suelta que obliga a surfear.
Enfilamos la variante de la tubería y Silvia se las arregla muy bien hasta que llegamos al bosque, donde el sendero suaviza, se engorila y termina en un gracioso avestruz. Más aparatoso que doloroso aunque le dejará algún moratón complicado de ocultar en la boda de mi hermana ;)
La trialera acaba en la pista de la Barranca y cogemos el senderito de Alakan. 100% disfrutable y flow y más en un día como hoy así que terminamos disfrutando y con una sonrisa de oreja a oreja tras una ruta que, aunque corta, siempre deja un estupendo sabor de boca y más si se hace sin prisas y disfrutando de la montaña.
Aquí podéis ver todas las fotos: Fotos de la ruta por la barranca y la tuberia